La mente de un gato
para mí es un maravilloso misterio. Los he estado observando, ellos pueden
estar quietos por horas observando por la ventana las pequeñas cosas de la
vida, es por eso mi fanática admiración hacia ellos. Siempre he querido saber
qué pasará por sus astutas mentes, ¿Reflexionarán sobre la vida?, ¿Cuestionarán
su existencia?, o ¿Sólo viven el día como si fuera el último disfrutando de
cada instante?
Una vez observé un
gato de noche, miraba al cielo y la luna iluminaba su silueta en el tejado. El
primer pensamiento que tuve al verlo fue que sufría, sufría por un mal amor, ¿Sabrán
siquiera que el amor existe?, ¿Sentirán más emociones?, ¿Sufrirán de la misma
forma que las personas cuando su amor no es correspondido?
La mente de un gato
es como un rompecabezas para el que no hay solución. Es un misterio que
quisiera descubrir, pero no podemos hacer más que solo observarlos e intentar
recibir un poco de su afecto, porque son muy listos ellos no confían ni en la
mano que los alimenta.
Quizás ellos si
saben que tienen 7 vidas, ¿Sabrán lo que es la muerte?, ¿Sentirán esa pena cuando
muere alguno de ellos?, ¿Pensarán en el cielo o el infierno?, ¿Entenderán
siquiera lo que decimos?, o ¿Solo nos miran con esos tiernos rostros pensando
en matarnos mientras dormimos?
Siempre me he
preguntado si los gatos tienen alma, pero, ¿Has visto alguna vez a un gato
llorar?, porque créeme cuando los gatos hagan eso será el fin del mundo, porque
serán más humanos que los que pueden leer esto.
Ahora tu
pregúntate, ¿Qué pensarán los gatos?
Por Katherine
Álvarez y Dina Vidal